OPINION
November 7, 2018
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Roberto Ravagnani
Listo, como dicen nuestros hermanos nordestinos. Una palabra que resuelve muchas cosas. Listo.
Ya tenemos presidente, gobernadores, senadores y diputados. Ahora es trabajar, fiscalizar y cobrar cuando sean necesario, bien, ahora es a partir del 1 de enero de 2019, que ya está llegando.
Elegidos estos, tenemos que volver nuestras atenciones a los mismos asuntos que antes, sólo que olvidados, durante los comicios.
¿Qué tal comenzar con una mala noticia? Entonces, desgraciadamente es así que vamos a retomar.
Se acaba de divulgar por el CAF Word GivingIndex 2018, una publicación de la CharitiesAidFoundation, en sociedad en Brasil con el IDIS, y tuvimos la sorpresa ingrata de tener a Brasil rebajado en este informe. Para los que aún no conocen, este informe es un estudio anual que mide el nivel de solidaridad en 144 países, a través de 3 temas: 1 - Ayuda a extraños, 2 - Realización de trabajo voluntario y 3 - Donación en dinero.
En el año 2017 celebramos, pues Brasil tuvo una buena posición, 75 (septuagésimo quinto lugar), España (71), Perú (88) y República Dominicana (32), estos son los países donde esta columna es publicada, después de traducirse a El español.
En 2018, en el informe que se presentó esta semana, Brasil (122), España (54), Perú (100) y República Dominicana (49), salvo España, empeoraron sus posiciones, por un lado esto nos consuela, pues no fue por La cuestión gubernamental solamente, hubo una disminución en otros países también, pero en general La disminución tiene parcela de responsabilidad nuestra, ciudadanos que principalmente en La cuestión del voluntariado dejamos a desear.
Brasil cayó del 20% al 13%, de La población que da parte de su tiempo para una causa social individualmente o de forma colectiva.
En el sector voluntario, la República Dominicana también cayó del 34% al 32%, Perú se mantuvo estable en un 20% y España aumento su participación social del 14% al 17%.
Por lo tanto, más una razón para que esta columna continúe existiendo y expandiendo cada vez más, pues el ciudadano brasileño y de cualquier otro país, necesita comprender que puede no donar dinero por falta de él, sino ayudar a alguien con una información, una orientación o dedicar una pequeña parte de 2 a 3 horas semanales en pro de una causa. No hay crisis que nos pueda parar. Los motivos, todos que vengan, son ciertamente comprensibles, pero ciertamente por no entender el valor del voluntariado en nuestras vidas y carreras, tenemos estos motivos.
La enseñanza del voluntariado es gratuita, con alto grado de compromiso, con resultados sociales, personales y profesionales, parece una de esas panaceas milagrosas, pero no son prácticas conscientes, organizadas y eficaces para los que ejecutan y los que reciben.
¿Vamos a ayudar a nuestros países a mejorar los índices en el año 2019?
Vamos, pero no por el índice, sino por todo lo que el trabajo voluntario puede traer de vuelta y por nuestro querer ver todos a nuestro alrededor más respetados, felices y participantes activos de La sociedad.